Aunque no compiten en la pista, los directores de las escuderías de la Fórmula Uno son de los personajes más conocidos entre los aficionados debido a que son los que tienen que responder en caso de malos resultados.
Toto Wolff es uno de los más reconocidos por los aficionados debido a que encabeza a Mercedes, el equipo que ganó ocho títulos de escuderías consecutivos y siete de pilotos al hilo entre 2014 y 2021.
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Pero ser uno de los directivos más exitosos de la Fórmula Uno no fue fácil porque tuvo que enfrentar muchos obstáculos para conseguir esto, que incluyó su sueño de perseguir ser piloto de carreras.
Piloto ‘frustrado’
Torger Christian Toto Wolff nació el 12 de enero de 1972 en Vienna, Austria, y desde los 17 años buscó ser un piloto profesional, ya que compitió en la Fórmula Ford de Austria y Alemania, pero a pesar de ganar las 24 horas de Nürburgring en 1994, no tuvo el apoyo económico para mantenerse y en 1997 decidió retirarse.
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Después de esto decidió estudiar en la Universidad de Economía y Negocios de Vienna para enfocarse en una carrera en el mundo empresarial y en 1998 abrió su primera firma de inversión, Marchfifteen.
A través de su firma, Wolff invirtió en empresas que se especializaban en tecnología y en compañías reconocidas; en 2002, inició su firma de representación de pilotos junto a la leyenda de la Fórmula Uno, Mika Häkkinen.
Ese mismo año regresó a las pistas en el campeonato mundial FIA GT, y estuvo en varios equipos de Rally como Porsche, BMW, Ferrari y BRR entre 2002 y 2013, incluso ganó la primera carrera de 24 horas en Dubai con un patrocinador que eventualmente sería su rival en Fórmula Uno, Red Bull.
Llegada a la Fórmula Uno
En 2009, entró al mundo de la Fórmula Uno cuando compró acciones de la escudería Williams y para 2012 fue nombrado director ejecutivo, con lo que los ayudó a conseguir buenos resultados.
Su buen trabajo llamó la atención de Daimler AG, dueños de la automotriz Mercedes, por lo contrataron para que encabezara el equipo de la Fórmula Uno previo a la temporada 2013; además, la compañía lo puso al frente de toda la parte de deportes motor.
Como parte de su contratación, la automotriz nombró a Wolff como director ejecutivo y de equipo, y le permitió comprar 30% de las acciones; junto a Niki Lauda, leyenda de la Fórmula Uno, el directivo convenció a Lewis Hamilton para que se uniera a la escudería.
Dominio y nuevo contrato
La temporada 2013 tuvo resultados prometedores para Mercedes con la pareja de Hamilton y Nico Rosberg, pero en 2014 sorprendieron a todos en la competencia al presentar el auto más competitivo bajo el nuevo reglamento de los motores híbridos.
Wolff apostó por este cambio de reglas para convertir a la escudería en una potencia y lo logró porque no tuvieron rival entre 2014 y 2020, ya que ganaron siete títulos consecutivos de constructores más que sus pilotos se llevaron los siete campeonatos de pilotos.
El piloto británico ganó seis de esos títulos en ese periodo, mientras que Nico Rosberg se quedó con el de la temporada 2016, donde venció justamente a su compañero de equipo en el Gran Premio de Abu Dhabi de ese año.
Tras ganar los títulos de 2020, Daimler AG premió a Wolff con un nuevo contrato de tres años, que vence al término de la temporada 2023, para se mantenga en sus puestos, además que le permitió adquirir 3.3% más acciones para que tenga un total de 33.3%, que representa un tercio de la escudería.
La temporada 2021 fue una agridulce para la escudería y Lewis Hamilton porque se quedaron con el campeonato de constructores, pero el británico perdió el de pilotos en un cierre de alarido en el Gran Premio de Abu Dhabi.
Toto Wolff es reconocido como uno de los directivos más exitosos de la Fórmula Uno y convirtió a Mercedes de una escudería que muchos subestimaban a ser la que dominaba la competencia anualmente.