Cuando hay que defender todos muerden y asfixian a sus adversarios, cuando hay que atacar son capaces de crear una hermosa sinfonía. Así es el Cruz Azul de Martín Anselmi.
Tres ganados en el mismo número de partidos. Ocho goles a favor y cero en contra. Nueve puntos y líderes indiscutibles de este joven torneo.
A Monterrey, uno de los candidatos al título, lo arrollaron en su casa. A Xolos, que había tenido un gran arranque, le hicieron lo mismo.
Este Cruz Azul enamora. Es un placer para los ojos ver su futbol. Por eso, en un martes a las nueve de la noche, el estadio de la Ciudad de los Deportes tenía una gran entrada.
Desde luego que es muy pronto y que muchas cosas pueden cambiar, pero por el momento, nadie, ni el bicampeón América, juega tan bien como La Máquina de Anselmi.