Basta ver unos minutos las redes sociales para notar que un porcentaje muy elevado de la opinión pública considera que el América le ganó el título al Cruz Azul gracias a una supuesta ayuda arbitral del Gato Ortiz, quien marcó un polémico penal que permitió a las Águilas levantar el trofeo.
He visto la repetición decenas de veces y a la única conclusión que llego es que es una acción muy cerrada.
Pero, al margen de lo anterior, me parece que esa no fue la jugada que le quitó el título a la Máquina, sino todas las opciones de gol que tuvo y no supo culminar, ya sea por la gran actuación de Malagón o por las increíbles fallas de sus jugadores.
Por lo visto en el Estadio Azteca, Cruz Azul mereció más, mucho más. Fue superior al América, pero, lamentablemente para su causa, la palabra “merecer” no aparece en el diccionario del fútbol. La que si aparece es “concretar”, y esa fue la que le faltó para poder celebrar.
Ahora bien, si con ese plantel reducido y hasta mal diseñado, Cruz Azul estuvo tan cerca de la gloria, es lógico pensar que con algunos refuerzos, sobre todo en mediocampo y en ataque, más pronto que tarde volverá a ser campeón.