De manera extraoficial, se sabe que Guillermo Ochoa será convocado a la Selección Nacional que participará en la próxima Copa América, por lo que solo queda decir que esto ya es una burla.
Antes, sus novias argumentaban que merecía ser llamado porque jugaba en Europa, pero ese discurso está muerto debido a que tiene semanas que no juega ni en Europa ni en ningún lado, ya que la Salernitana decidió borrarlo desde hace rato.
Pregunto: ¿Qué méritos tiene en la actualidad para vestir la camiseta de la Selección Mexicana?
Yo mismo respondo: Ninguno.
Olvidemos por un momento que Ochoa ha recibido más de mil goles en su carrera, que ya rompió récord de descensos, que el Tuca y La Volpe denunciaron que tuvieron que llamarlo por intereses ajenos a la cancha o porque jugaba en el América, que fue uno de los involucrados en el escándalo de meter damas de compañía a una concentración del Tri, que dio positivo de Clembuterol, etcétera.
Olvidemos todo eso por un momento y centrémonos en que está cercano a los 39 años, que hace no mucho sufrió una lesión y que para la Copa América llegará con semanas sin jugar. Solo con esto último es suficiente para no merecer la convocatoria.
Honestamente, y sin ánimo de ofender, Ochoa desde hace rato es un estorbo para la Selección. Y ya ni siquiera cabe culpar a los que lo convocan o a los que lo imponen, sino a él por ser un egoísta y no dar un paso al costado para que otro con menos años y más capaz ocupe su lugar.