El legado de Soraya Jiménez siempre será recordada y por eso sorprendió tanto su muerte a temprana edad, ya que fue ella la primera olímpica mexicana en ganar una medalla de oro en la historia del deporte mexicano y se convirtió en un símbolo de resistencia para las mujeres mexicanas que quieren dedicarse al levantamiento de pesas.
Los Juegos Olímpicos de Sydney en el 2000 fueron el escenario en el que Soraya, sin muchos reflectores y optimismo, se coronó con la medalla más importante; luego de un desempeño muy deficiente de la Delegación Mexicana en los JO anteriores y con el tabú que implicaba que una mujer se dedicara a la halterofilia en esa época; Jiménez apenas recibió apoyo de su Federación.
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Luego de sus fracasos para conseguir un entrenador del Comité, fue gracias al padre de Soraya Jiménez que comenzó a entrenar con el levantador de pesas búlgaro Georgi Koev, quien la preparó para Sydney 2000 con torneos internacionales y la exigencia máxima rumbo a su clasificación.
Ya en Australia, la favorita para llevarse el oro era la coreana Ri Song Hiu, pero Soraya llegó de manera discreta a la competencia y en su primer intento logró levantar 95 kilos, y antes de finalizar la prueba logró la marca de 127.5 kilos, con lo que consiguió convertirse en la mejor levantadora de peso de los Juegos Olímpicos, y después de más de 10 años el Himno Nacional Mexicano volvió a sonar en el podio; el día que Soraya Jiménez se convirtió en leyenda del deporte.
¿De qué murió Soraya Jiménez?
Luego de su participación en Sydney 2000, la vida de la atleta no volvió a ser igual, porque luego de ser reconocida por las autoridades del deporte en México y recibir menciones a su hazaña, la carrera de Soraya tuvo un declive del que ya no se pudo recuperar.
Poco antes de que comenzaran las clasificaciones para Atenas 2004 Soraya anunció su retiro de la halterofilia debido a una lesión en la rodilla izquierda y a que no recibió apoyo económico para pagar su boleto a los Juegos Olímpicos, pero las dificultades apenas comenzaban, ya que Jiménez tuvo que recibir 14 cirugías en la pierna izquierda, entre rodilla, pantorrilla y meniscos que jamás se recuperaron del peso que ella levantaba.
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Soraya sobrevivía con un pulmón desde el 2007, ya que el otro le fue extirpado luego de combatir tres veces la influenza, una de ellas H1N1 durante la pandemia, y la mantuvo 15 días en coma en el hospital, y reveló en entrevista que había sufrido cinco paros cardiorrespiratorios.
A pesar de que Soraya Jiménez hizo públicos sus problemas de salud hasta 2010 y el público ya sabía de sus enfermedades, su muerte el 28 de marzo de 2013 causó conmoción total, luego de sufrir un infarto agudo al miocardio en su casa, el que le quitó la vida a los 35 años de edad, pero no el legado que marcó en las atletas mexicanas al ser la primera en realizar la mayor hazaña olímpica de colgarse el oro, con lo que se le recuerda siempre.
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