El caso entre Jenni Hermoso contra Luis Rubiales todavía tiene un camino largo por recorrer y es que desde un principio, la acción del exdirectivo de la RFEF durante la ceremonia de premiación del Mundial 2023 dio de que hablar, principalmente porque la jugadora española declaró desde un principio que en ningún momento había sido una acción consensuada.
Hay que recordar que en ese momento, Luis Rubiales había negado esta acusación por parte de la jugadora, por lo que aseguró que no dejaría su cargo como presidente de la Real Federación Española de Futbol, sin embargo, tuvo que hacerlo debido a las múltiples críticas en su contra, incluso por parte de otras jugadoras.
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Ahora, dado que la jugadora española decidió ratificar, ante un juez en la Audiencia Nacional en Madrid, que el beso que recibió por parte de Rubiales fue inesperado y sin su consentimiento, el magistrado Francisco de Jorge dictaminó que hay suficientes elementos para considerar que el beso de Rubiales "no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva"
Es por eso que la fiscalía ha acusado a Rubiales por el delito de agresión sexual y coacciones, debido a su esfuerzo por convencer a la jugadora de desistir de su declaración inicial, de hecho, Rubiales no sería el único que podría entrar a juicio por esta última acción.
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De acuerdo con el juez Francisco de Jorge, existen algunos indicios para juzgar también al ex técnico de la selección Jorge Vilda, a Albert Luque director técnico de la selección masculina y a Rubén Rivera, por también presionar a la jugadora de declarar a favor de Rubiales.
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Debido a que recientemente el código penal español tuvo algunas modificaciones, se ha eliminado cualquier distinción entre abuso y agresión sexual, por lo que un beso sin consentimiento puede ser clasificado como agresión sexual y por lo tanto, en caso de que Rubiales sea declarado culpable podría ser acreedor de una multa o una sentencia de prisión de uno a cuatro años.